Agentes Fundamentales Para la Transformación Digital: Producto

En anteriores entregas hemos discutido los diferentes agentes fundamentales para la transformación digital. El rol que desempeña cada agente es único para su tipo y en este artículo discutiremos las diferentes características que hacen el desarrollo de producto uno de los agentes fundamentales más buscados por las compañías y menos entendidos dentro del ámbito de la transformación digital.

En forma aclaratoria hablaremos de producto cuando nos refiramos tanto a objetos físicos que un usuario adquiere por distintas vías, como de los servicios que llegan a satisfacer necesidades. En este caso, producto puede ser: La luz eléctrica de una vivienda, un balón de fútbol o un billete de lotería. Todos estos productos mencionados anteriormente tienen versiones digitales y físicas, y veremos cómo la transformación digital nos permite acercar al usuario al funcionamiento del producto y extender la utilidad de este mismo.

Los productos convencionales (que son los que se adquieren en tiendas, supermercados y otras superficies de venta) suelen tener una conceptualización antes de su creación, por más simples o efímeros que sean. Un tornillo por ejemplo, debe tener un diseño y una conceptualización a la hora de ser ofrecido al mercado: El más fuerte, el más fácil de usar, el más económico, etc. En este sentido, el producto existe en la mente del usuario como un complemento a su cotidianidad que le permite mejorar su calidad de vida o satisfacer una necesidad. Es por eso que si el usuario adquiere el tornillo más fuerte, va a querer que este tornillo sea duradero en el tiempo y no vaya a quebrarse en caso de que esté soportando una cierta carga de peso. 

En este momento la conceptualización del producto le permite llevarlo a la esfera de lo digital. Por ejemplo, para probar la resistencia del tornillo, puede desarrollar una aplicación móvil que le permita simular diferentes cargas de peso del tornillo y la reacción frente a ellas. Esta experiencia que el usuario tiene con el producto más allá de su valor físico, aparece cuando hemos alcanzado la transformación digital del producto.

¿Cómo entender mi producto conceptualmente?

Entender conceptualmente un producto requiere de una pequeña dosis de abstracción: ¿Qué es lo que realmente representa mi producto frente a la opción que tiene el usuario de escogerlo y no a otras opciones?

Veamos esta pregunta bajo el ejemplo de un producto bien posicionado: Post It. La compañía de notas adhesivas entiende que su producto no son las notas adhesivas en sí, sino la posibilidad de pegar, compartir y dejar ideas en el espacio físico. En ese sentido, pueden reproducir la idea: Una aplicación para celular que deje las notas en el fondo de pantalla, un programa de computador, una extención de Google Chrome, etc. Es fácil pensar en cómo las notas adhesivas pueden convertirse en otro producto que no dependa de un objeto físico, porque el concepto es fácilmente llevado a otras funcionalidades que se lo permiten.

Otro ejemplo un poco más complejo: Las marca deportiva Nike. Si bien Nike ha logrado establecerse como una piedra angular en los productos deportivos, también es cierto que se ha establecido como un referente de estilo de vida en diferentes industrias: La moda, la música e incluso en temáticas complicadas como la política. Esta diversidad en los espacios donde puede hacer presencia viene de un entendimiento profundo del concepto de la marca, donde la importancia de las prendas deportivas trascienden su forma y se convierte en atender la idea de “Just Do It” que se traduce a: Vive sanamente, practica deportes, arriésgate, aprovecha tu juventud, logra lo que te propones, siempre es posible, etc.

Así que al momento de entender nuestro propio concepto debemos entender ¿A qué estamos llamando? Si bien los valores de nuestra compañía pueden estar destinados a inspirar confianza y bienestar, no tenemos que volver esos valores parte de nuestro producto. Nuestro producto debe llevarnos a algún concepto en específico. Sea el “Compartir experiencias maravillosas en familia” o “Usar la tecnología para deslumbrar”, alguna idea más allá del producto debe acompañar a nuestra marca para transformar digitalmente nuestro producto.

Transformación Digital del Producto

Una vez la conceptualización del producto sea clara, podremos entrar a definir de qué forma este concepto se acomoda a una extensión digital. Volviendo al ejemplo de Nike, si unas zapatillas que recién compré para trotar en las mañanas vienen con la posibilidad de descargar una aplicación exclusiva para contar calorías, pasos dados, mantenimiento de las zapatillas, conocer personas que tengan otros modelos similares, etc. es probable que encontremos en ese producto una satisfacción extendida a través del mismo concepto.

Es fundamental entender el alcance del producto para así mismo planear las extensiones digitales que se deseen hacer y evitar incurrir en desperdicios. Si las zapatillas que estoy promocionando son para adultos entre los 70 y 85 años, que no usan herramientas tecnológicas y no tienen acceso a internet, difícilmente voy a hacer que mi producto se extienda a través de la transformación digital. Siempre hay que ser prudentes con públicos objetivos y propósitos del desarrollo.

Si requiere más información sobre cómo transformar su producto digitalmente o tiene una idea de solución digital para éste, escribános a innovacion@elevenproducciones.com donde resolveremos sus dudas y le daremos guía para que su compañía alcance la transformación digital satisfactoriamente. 

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